¿Qué historia te cuentas cuando gastas dinero?

Y porqué eso te mantiene en un círculo vicioso

¿Es una historia de culpa, miedo, angustia o complacencia?

Estás en la caja del super, viendo en la pantalla el monto del pago subir y subir

Pit, pit, pit, suena el lector cada que la cajera pasa las cosas por encima

Y al mismo tiempo tu respiración se entrecorta, tu pulso se acelera…

Haces el cálculo mental y esperas que el dinero alcance, estás tratando de recordar tu saldo y pierdes de vista por un momento la pantalla, la voz de la cajera te regresa a la realidad

¿Efectivo o tarjeta?

Si, respondes sin responder… refiriéndote a que quieres pagar con tarjeta

Tecleas el NIP esperando, rogando, que aparezca “Aprobada” en la pantalla, como si eso fuera una muestra de tu propia valía personal

Se hace el cargo, vuelves a respirar y sales de ahí casi corriendo, sintiendo que quizá fue un error y que te van a pedir que regreses las cosas, tu corazón palpita a mil por hora, huyes… lo lograste… esta vez…

Cada vez que sacas la tarjeta o entregas un billete, no solo haces una transacción, estás reforzando una historia interna

  • A veces es la voz permisiva que busca justificar: “me lo merezco, ya mañana veo cómo lo pago, ni es tanto”

  • Otras veces es la voz crítica que te tortura: “otra vez compraste puras tonterías, no tienes dinero…”

  • Y también está la voz profunda que pregunta: “¿por qué me vuelvo a endeudar, qué estoy haciendo mal?”

El dinero no es neutro, es un espejo de cómo piensas, de qué sientes y de qué es lo que de verdad necesitas

Toma un momento para recordar la última vez que despilfarraste en algo que no te hacía falta, evoca todos los recuerdos que tengas:

¿En dónde estabas? ¿Qué había pasado justo antes? ¿Qué iba a pasar después? ¿Qué sentías? ¿Qué pensabas? ¿Hay algo que detonara esa compra absurda?

Intenta aislar lo que sucedió, sin juicio, sin culpa y verifica si eso es algo recurrente en tu patrón de compras o de deudas

La próxima vez que vayas a gastar, pregúntate:
¿Hay algo más aquí?

Y si ya gastaste, sé amable contigo, es un proceso, que deberás repetir hasta dominar

Ahí empieza el verdadero cambio:
Cuando tu relación con el dinero deja de ser automática y se convierte en consciente

¿Y ahora qué hago?

Ya me di cuenta de que hay algo terriblemente mal conmigo y mi forma de relacionarme con el dinero (si, estoy exagerando un poco)

El próximo paso es buscar tu mayor miedo con respecto al dinero:

Siento/pienso que:

¿Me hace mala persona?

¿Me separa de los demás?

¿Me da beneficios?

¿Me vuelve desagradable?

Identifica por qué el dinero te causa conflicto y deja abierta la puerta para que tu propia experiencia encuentre las respuestas y te dé las soluciones (si, aunque suene hippie)

Tenemos la capacidad de reflexionar y encontrar nuevas formas de conectar las cosas y resolverlas, el problema es que estamos tan enfrascados en la urgencia que perdemos de vista las demás opciones que hay y lo peor, es que creemos que alguien más debería decirnos qué hacer o cómo… y lo más seguro es que ya tengamos la respuesta

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Con cariño,

Cyn.

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